La música es un descubrimiento mágico para los niños. Acercarlos a este nuevo universo de sensaciones
puede ser la experiencia más gratificante en su vida. Además, si les
brindamos la oportunidad de que ellos mismos realicen sus propios instrumentos musicales,
se acercarán mucho más a la música y la disfrutarán con más ganas. Te dejamos algunos trucos para conseguirlo. ¡Ayúdales a aprender jugando!
La guitarra es un instrumento muy admirado por todos los niños. Es fácil construirla con una simple caja de cartón
y elástico. Solo has de realizar pequeños orificios a uno y otro lado
de la caja y enganchar la goma elástica en estos. De esta forma
conseguirás crear la base de la guitarra. Si lo deseas, puedes añadir
algún instrumento alargado que haga de brazo para que la puedan
manipular mejor.
Las maracas son fáciles de crear. Para ello
necesitas una pequeña botella de plástico y un puño de legumbres, si
son variadas mejor. Al introducirlas en su botella y moverla, obtendrán
un efecto musical, el cual cada uno acompañará con su propio ritmo. Y,
si lo deseas, puedes pintar la botella para captar aún más la atención
de tu hijo, recuerda que los colores les atraen.
El xilófono es otro instrumento muy divertido y sin
complicaciones para crear. En primer lugar debes hacerte con varias
botellas de vidrio duro. Llénalas de agua, cada una con cantidades
distintas. Si quieres añade a cada unas gotas de pintura vegetal de colores
distintos para dar un efecto más divertido. Colocar todas juntas y usa
cucharas de metal y madera para golpearlas, el efecto cambia y los
sorprenderá.
Una batería se puede construir usando cajas de
distintos materiales: madera, cartón, lata y todo cuanto se te ocurra.
Pégalas con cinta adhesiva o cola, en función del material que hayas
escogido, unas a otras y podrán hacer música usando cubiertos de madera o
metal para obtener sonidos diferentes. En caso de utilizar pegamento o
cola, es recomendable que lo manipules tú.
Una pandereta es otro instrumento musical fácil de
elaborar de forma casera, pero en este caso debe ayudarles un adulto.
Para hacerla necesitarás corcholatas de botellas, alambre y algo redondo,
como tubos de cartón o botellas de plástico. Toma la botella o el tubo y
corta dos circunferencias. Ahora, haz agujeros en el centro de todas
las corcholatas. Cuando lo tengas, deberás unir las corcholatas a los círculos de
dos en dos, es decir, toma dos corcholatas, pasa un trozo de alambre por los
agujeros y pega los extremos del alambre en cada círculo con cinta
adhesiva. Deja unos centímetros de separación entre ambas
circunferencias.
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